El fin de las vacaciones: Sindrome post-vacacional
Se calcula que un 30% de los trabajadores sufre o va a sufrir un síndrome post-vacacional durante las próximas semanas.

Este síndrome se caracteriza por la falta de energía, disminución general del bienestar y productividad laboral de un trabajador tras reincorporarse a su puesto después de finalizar sus vacaciones. Tener que volver a la rutina del trabajo, escuela y vida cotidiana en general puede ser una fuente de angustia, desorientación e incomodidad.
No se puede considerar una enfermedad sino simplemente un proceso adaptativo a la vida laboral después de las vacaciones que, para algunas personas, puede resultar difícil.
Según la definición de Wikipedia, el síndrome post-vacacional es el estado que se produce cuando el trabajador fracasa en el proceso de adaptación entre un periodo de vacaciones y de ocio con la vuelta a la vida activa, produciendo molestias que nos hacen responder a nuestras actividades rutinarias con un menor rendimiento.

En algunos casos, la presión de la vuelta al trabajo llega a ocasionar verdaderos cuadros de estrés agudo con las manifestaciones emocionales, del comportamiento y físicas que lo caracterizan: malestar, ansiedad, depresión, disminución del rendimiento, palpitaciones, sudoración, aumento frecuencia cardíaca y respiratoria, cambios de humor… Si estos cambios adaptativos se perpetúan más allá de unos días, podría convertirse en un síndrome de ansiedad generalizada
Trucos para evitar sufrir el síndrome post-vacacional
1. No alargar las vacaciones hasta el día anterior de empezar a trabajar. Se recomienda volver de vacaciones un par de días antes para adaptarse a la rutina de forma paulatina.
2. Levantarse pronto unos días antes de incorporarse a la rutina
3. Realizar actividades saludables: buena alimentación, hacer deporte…
4. En la medida de lo posible, empezar de forma gradual la intensidad del trabajo.
5. Mantener una actitud proactiva y positiva en el trabajo.
6. Dormir adecuadamente
7. Mantener horarios regulares tanto durante el día como en las horas de acostarse y levantarse
8. No llevarse trabajo a casa
9. Seleccionar aquellas actividades que realmente podemos llevar a cabo y delegar aquellas para las que no estamos tan preparados.
10. Plantear los problemas laborales de forma simple y esencial, prescindiendo de los detalles y sopesando la esencia para encontrar las soluciones
11. Practica la relajación en intervalos regulares, eliminar pensamientos erróneos o ideas irracionales que puedan darnos ansiedad.
12. Empieza a planificar tu próximo tiempo de desconexión, aunque sólo sea un fin de semana. Tener otras vacaciones en el horizonte te puede ayudar a adaptarte, ya que saber que hay algo divertido en tu futuro te dará más energía para el día a día hasta llegar a tu siguiente meta.
Si te das cuenta que estás insatisfecho cuando vuelves a la rutina, es un buen momento para que reevalúes tu vida. Con un proceso de coaching, tendrás el apoyo necesario para replantearte aquellos temas que te preocupan y que quizá ahora te estés dando cuenta que no son adaptativos